sábado, 20 de agosto de 2011

Conociendo a Miranda.


Parece mentira como puede llegar a funcionar tan bien algo tan explotado y utilizado hasta la saciedad, y es que Miranda, la comedia británica que ha revolucionado la blogosfera seriéfila este verano, no presenta nada nuevo que no se haya visto en otras miles comedias: grabaciones con público en directo, personajes clásicos como la mejor amiga consejera, el chico del que está enamorada Miranda, o la protagonista patosa. Parece mentira que con estos explotados recursos de hace dos décadas hayan podido crear una de las comedias más divertidas que he visto nunca.

Esta sitcom trata sobre Miranda, una chica soltera de 35 años que todo lo que tiene de estructura osea es lo que le falta de encantos femeninos. Esto sumado a su increíble capacidad de hacer el ridículo involuntariamente esté en el lugar en el que esté provoca que no pueda encontrar marido, algo que su madre no para de echarle en cara. La premisa puede ser muy simple y muy utilizada, pero la capacidad de hacer el ridículo de Miranda sumado a las desesperadas y extremistas medidas que toma su madre para buscarle novio crean unas situaciones desternillantes que difícilmente se crearían en otras comedias,  una cadena de carcajadas que harán que consumas en un tiempo record los 12 episodios de la serie (2 temporadas de 6 episodios cada una, y está por llegar una tercera temporada).


No importa si Miranda esté en un funeral, de fiesta con sus amigas, en su tienda de artículos de broma o en el médico, ella sin querer se encargará de crear la situación más incomoda posible, y también la más desternillante. Si el otro día comentaba que la gran virtud de Modern Familyera su capacidad de crear uns gags geniales llegando a todos los públicos, sintiéndolo mucho por Modern Family, Miranda le gana con creces en ese aspecto. Miranda es desternillante y se encarga de utilizar un humor muy básico que cualquier persona pueda entender, incluso alguien que jamás haya visto la serie.


En definitiva, una comedia muy a tener en cuenta que puede que no haga tanto ruido como las grandes pero que merece estar a su altura. Un ejemplo perfecto de que no hay que rechazar los recursos clásicos de toda la vida ya que si los utilizas bien puede salir algo tan grande como Miranda.

2 comentarios:

  1. Al final entre todos conseguiréis que la vea. A ver si le hago un hueco, me la descargo y me la miro.

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  2. Alex Cliffhanger: ¡Sí! ¡Miranda se lo merece! Ya verás como la devoras en nada ^_^

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