Desencantado con Misfits.

Nunca me había hecho el ánimo de ponerme con esta serie. Quizá fuera porque ya me habían espoileado el final de la primera temporada, o quizá fuera porque no le había encontrado el encanto a la ficción británica hasta hace poco. El caso es que todas esas geniales críticas, comentarios y recomendaciones hicieron que me olvidara de mis prejuicios y me pusiera con ella, y no es que me arrepienta de haberlo hecho, pero no la he disfrutado como yo creía, y todo por culpa de un personaje.

(Entrada libre de Spoilers)

Para los despistados que no lo sepan, Misfits trata sobre un grupo de adolescentes que cumplen servicios comunitarios y que de repente una extraña tormenta les otorga superpoderes, y dentro de ese grupo de adolescentes existe uno al que odio a muerte. Seguramente lo habréis adivinado, no he disfrutado la serie por culpa de Nathan. Nathan es gilipollas, inmaduro, y comprendo que su madre no lo quiera ver por casa. No voy a negar que tiene sus momentos  porque sí los tiene, pero cada vez que este chaval abría la boca de verdad que me entraban ganas de quitar el episodio y ponerme con otra cosa. Me dijeron que al final le pillabas cariño, que acaba gustando… pues no, ni le he pillado cariño ni me ha acabado gustando.

Pero como he dicho antes, no me arrepiento para nada de haberme puesto con Misfits, ya que el resto de personajes si me han dejado más que satisfecho. Pero si hay algo que me ha dejado más satisfecho todavía es el tratamiento que ha recibido el tema de los superpoderes. La serie trata sobre unos adolescentes con sus problemas, con sus conflictos internos y externos, y un día de repente a esos conflictos se le suman los superpoderes. No es un grupo de jóvenes que decide formar una liga para luchar contra el crimen, ni tampoco descubren que los elegidos para salvar el mundo. Son adolescentes normales y corrientes, con sus conflictos de adolescentes pero con ciertas habilidades. Quizá por eso se la ha etiquetado (aunque yo creo que se ha hecho erróneamente) como una Skins con superpoderes.

En definitiva, una serie que podría haber disfrutado más si no fuera por cierto personaje, pero que sigue siendo igual de recomendable. Por lo menos estoy seguro de que la tercera temporada la disfrutaré más.

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