La más que correcta Alcatraz

La midseason conlleva una nueva remesa de series, y como en cada época de estrenos, existen aquellos que esperas con ansia y otros a los que les das una oportunidad solo para convencerte a ti mismo de que no valen la pena. Alcatraz encajaba en esa segunda categoría, y más teniendo en cuenta que el sello J.J. Abrams ya ha perdido todo su valor para mí*, pero reconozco que me he topado con uno de los estrenos más interesantes de la temporada.

En 1963, cuando la prisión de Alcatraz cerró sus puertas, alrededor de 300 prisioneros desaparecieron misteriosamente, y ahora, 49 años después, estos prisioneros han aparecido como si el tiempo no hubiera hecho mella en ellos. Bajo esta premisa actua una división especial del FBI que se dedicará a capturar a estos prisioneros y resolver el misterio de Alcatraz.

Este planteamiento nos hace pensar en Olivia Dunham resolviendo el caso de los 4400, y sí que es cierto que la serie tiene muchísimos puntos en común con Fringe. Cada episodio se centra en un prisionero al mismo tiempo que la trama general va avanzando lentamente. Casi da la sensación de que los responsables de Alcatraz han intentado hacer una Fringe sin esa excesiva autoconclusividad que tantas críticas provocó en su primera temporada, pero sin perder las ventajas de los episodios autoconclusivos. Alcatraz es una Fringe con pinceladas Lost.

Pero la misteriosa trama principal no es la única que nos recuerda a Lost. El hecho de que la música de Giacchino vuelva a orquestar la serie, que Jorge García sea uno de los protagonistas, y que volvamos a ver la historia interrumpida con flashbacks que nos cuentan la vida de los presos antes de desaparecer son otros elementos que nos recuerdan a la serie del vuelo 815.

De momento las audiencias son bastante aceptables, y de mantenerse así la renovación por parte de la FOX estaría asegurada, y si no pues nos quedará una única temporada muy interesante de 13 episodios.

En definitiva, una serie muy a tener en cuenta, especialmente si eres fan de Fringe. Eso sí, no te alarmes con todos los parecidos entre las dos series, tampoco puede considerarse plagio si han salido de la misma casa.

*Aclaración antes de que me hinchéis a comentarios por cuestionar el valor del sello J.J. Abrams: No me vengáis diciendo que Abrams nos ha traido grandes series como Lost o Fringe. Si estas dos series son grandes no es gracias a él. Este señor se dedica a crear series y a desentenderse de esos proyectos al poco tiempo (excepto en Felicity y Alias), pero los desinformados siguen atribuyéndole a él todo el mérito creativo cuando en realidad los que se encargan de las tramas son otras personas. Que algo provenga de  J.J. Abrams es un mero reclamo publicitario, y por eso no tiene ningún valor para mí, porque los que se han encargado de darle valor a las series de este señor son otras personas, no él. 

Tweet