Arrested Development regresa de la tumba por la puerta grande

Que se rescate una serie que fue cancelada en el 2006 no es algo que ocurra todos los días. Si además esa serie es tu comedia favorita entre todas tus comedias favoritas, el acontecimiento es muchísimo mayor. Empecé a asustarme cuando vi que la gente no estaba demasiado contenta con el resultado de este regreso, pero tras finalizarla tengo que decir que esta cuarta temporada me ha parecido enorme, al mismo nivel que las tres primeras. Vamos analizar porqué.

Muchos no estarán de acuerdo con esta última afirmación, y es cierto que puede que la cuarta temporada sea menos graciosa, pero todo eso se compensa por dos elementos clave: los tintes dramáticos que han decidido darle a algunos personajes y tramas (Michael, George Michael, G.O.B. y Maeby) y la narrativa que han decidido utilizar.

Empecemos con la narrativa: Cada episodio está contando desde el punto de vista de un miembro de la familia y nos narra lo que ese personaje ha estado haciendo desde el punto en el que finalizó la tercera temporada hasta la actualidad. Esto convierte la temporada en un verdadero puzzle en el que tendremos que tener todas las piezas vistas para entender la totalidad de la historia. Pero lo verdaderamente grande de esto es ver como todas las historias se van entrelazando, de cómo las acciones de un personaje afectarán a las situaciones de otro personaje aunque a priori parezca que no tengan nada que ver, de cómo hay chistes o gags que no vamos a entender hasta cinco episodios más tarde, de como en segundo plano vamos a ver personajes haciendo lo que hemos visto en episodios anteriores. Ver una comedia en este tipo de narrativa es una experiencia realmente interesante y que para mí ha sido divertidísima, un verdadero valor añadido.

Quizá esta sea una de las razones por la que inicialmente ha decepcionado, porque algunas tramas y chistes no van a funcionar hasta que no tengamos más información sobre el resto de personajes. Yo mismo he hecho el experimento y he revisionado los dos primeros episodios tras haber visto la temporada completa, y efectivamente, era como ver dos episodios totalmente nuevos. Entendías muchísimas más cosas y solo por el hecho de relacionar datos entre episodios ya se convertía en una experiencia divertidísima.

Como he dicho anteriormente, otro gran punto a su favor a sido añadir pequeñas cargas emocionales en los personajes, especialmente en el personaje de Michael Bluth. Michael siempre ha sido el personaje que intentaba poner un poco de cordura entre unos personajes extravagantes y alocados. Aunque este tipo de personajes son necesarios en este tipo de comedias, también suelen ser los más sosos o aburridos. En esta cuarta temporada lo han solucionado. El hecho de que su hijo George Michael empiece la universidad y no quiere que su padre lo agobie en su nueva vida le ha dado una nueva dimensión al personaje de Michael, y es curioso que dándole un aspecto mucho más humano y dramático hayan conseguido un personaje mucho más divertido. También cabe destacar las pinceladas dramáticas de G.O.B. y Maeby, personajes que empiezan a preguntarse qué han hecho y qué están haciendo con sus vidas.

Y las novedades también llegan a los running gags. Seguimos teniendo referencias a las imitaciones de la gallina (El restaurante Chicken Dan's), el coche escalera, la freidora de los Bluth... pero también se suman nuevos running gags que se irán repitiendo a lo largo de la temporada, como los mensajes éticos de Rebel Alley o la canción Getaway.

En definitiva, aunque sé que a muchos os ha defraudado, para mí el regreso de Arrested Development ha sido increíble. No solo ha sido divertida, sino toda una experiencia seriéfila. Doy gracias a Netflix por haberla rescatado, y por haberla renovado por una quinta temporada. 

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