The CW contra el mundo

Últimamente estoy en plena cruzada contra Once Upon a Time, y esta entrada no va a ser menos. Nadie pone en duda que las cadenas de televisión estadounidenses son marcas, marcas a las que asociamos una serie de valores. Asociamos FOX con cancelación, a CBS como “audiencia envejecida” y procedimentales, a ABC con grandes audiencias, a HBO con prestigio y calidad, y a The CW con series poco elaboradas dirigidas a adolescentes. No está mal guiarse por estos valores a la hora de empezar una nueva serie o hacerse una primera impresión, porque al fin y al cabo cada cadena recoge lo que siembra, el problema viene cuando ya estás sumergido en la serie y no aceptas lo que ves, aplicando excusas que no aplicarías si la serie fuera de the CW o de la ABC Family. Muchos ya sabréis por dónde van los tiros.

The CW se ha ganado la etiqueta de cutre y poco exigente con sus productos, y cada vez que estrena un nuevo drama todos los seguidores se dedican a analizar el piloto con lupa para encontrar la nueva “niebla” de The Vampire Diaries o la nueva “lancha” de Ringer.  Esto no me parece mal, incluso yo lo hago, lo que pasa es luego no se atreven a hacer lo mismo con el resto de series. ¿Qué pasa con los cromas de Revenge? ¿O con los cromas de Once Upon a Time? Pues que de repente esos cromas no son tan alarmantes, mientras que los de The CW pasan a formar parte de la galería de la cutrez de la televisión.

Y no hace falta hablar de aspectos técnicos, también podemos hablar de aspectos en el guión. Los personajes de Once Upon a Time no son coherentes, son planos, sin apenas matices, y son inverosímiles. ¿Pasa algo? ¡No! Porque de repente resulta que la serie no es The Wire ni pretende serlo. Si te pones a analizar la serie de los cuentos te das cuenta de que es una mamarrachada del tamaño de las Pretty Little Liars, pero como no la emite la ABC Family y la emite la ABC pues es una genialidad. Me atrevo a asegurar que si Once Upon a Time fuera emitida por The CW la gente no la vería con los mismos ojos, la seguirían semanalmente también, pero desde otro punto de vista, el punto de vista de “seguro que todo está mal”.

Y luego está el término “placer culpable”, el término definitivo para justificar que ves una serie que sabes que es “mala” (es decir, que la emite The CW o la ABC Family, o cualquier cadena que no sea AMC, HBO o Showtime si eres más exigente). Aunque yo en alguna ocasión he podido utilizarlo, placer culpable me parece un término estúpido, es una forma de quedar bien ante los demás al afirmar que nos gusta Gossip Girl, o The Vampire Diaries. Pues señoras y señores, yo no me siento culpable de ver The Vampire Diaries, porque se trata de una gran serie de fantasía y ciencia ficción y que está a años luz de Once Upon a Time, otra serie de fantasía que todos aclaman, ni tampoco me siento culpable de ver Pretty Little Liars, porque será una basura de serie pero me entretiene como ninguna. Llega un punto en que ese placer no te hace sentir culpable por la serie en sí, sino porque la cadena que la emite es una cadena de “bajo nivel” o poco prestigio, como The CW o MTV.

Lo único que pretendo con esta entrada es invitaros a reflexionar sobre lo que veis y como juzgáis lo que veis. En ningún momento he pretendido que la gente deje de ver Once Upon a Time, sino que la vean aceptando lo que es, una serie muy cutre pero entretenida, porque entre los que no queréis aceptar que la serie podría emitirla perfectamente The CW, y los que no se atreven a criticarla porque es de la ABC (aunque estos son los primeros que tiran piedras contra el tejado de The CW) se crea una falsa realidad: que la serie es buena, cuando no lo es.

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